Lo que comenzó como el sueño de Víctor Araujo, inmigrante español de Vilvestre, Salamanca, con vocación emprendedora, se convirtió en una empresa familiar que, desde hace más de 70 años, acompaña el día a día de miles de hogares argentinos.
Contamos con dos plantas productivas ubicadas en José Ingenieros y Lobos, que nos permiten sostener una operación ágil, eficiente y en constante crecimiento. Ambas instalaciones están equipadas con hornos de alta capacidad y tecnología, lo que nos permite garantizar una producción sostenida, de gran calidad y con criterios de sustentabilidad en cada etapa del proceso.
Nuestro compromiso es el de mejorar continuamente, crecer con responsabilidad y seguir acompañando a las familias con productos confiables, todos los días.